TEXTO BÍBLICO

V Martes Pascua 2024A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los presos los escuchaban. De repente, vino un terremoto tan violento que temblaron los cimientos de la cárcel. Al momento se abrieron todas las puertas, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pero Pablo lo llamó a gritos, diciendo: «No te hagas daño alguno, que estamos todos aquí». (Act 14, 25-28)

COMENTARIO

Considera la hora en la que acontece el fenómeno del temblor y de la apertura de las puertas de la prisión. Recuerda cómo a medianoche se fijan otros efectos de la intervención divina. “Prendieron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública. Pero, por la noche, el ángel del Señor les abrió las puertas de la cárcel” (Act 5, 18-19) Esta concordancia es luminosa, si se sabe aplicar a los momentos más oscuros y dolorosos de la vida.

A medianoche se cierne la oscuridad, la tormenta, el viento huracanado, el encrespamiento de las olas, la experiencia límite. Pero, según las Escrituras, es la hora en la que interviene el Señor, y se calma el viento, se reducen las olas, se abren las puertas de la prisión…

Si vives horas oscuras, si sientes que arrecia la prueba, si te acosan circunstancias adversas, si compartes la suerte de los que son marginados, si crees que ya no tiene remedio tu situación… Espera, da crédito a la Palabra: “A medianoche se abrieron las puertas de la prisión”.

PROPUESTA

¿En la prueba te derrumbas, o confías?

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