Año de oración

TEXTO BÍBLICO

Ano preparacion JubileoOracion comunitaria“Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».” (Mt 18, 19-20)

COMENTARIO: ORACIÓN COMUNITARIA

Hoy se forman por doquier comunidades y grupos de oración. El tejido oculto de las pequeñas comunidades, que se reúnen en las casas o acuden a lugares de oración, es el secreto de muchos por el que mantienen viva su pertenencia a Jesús y a la Iglesia. Quizá sea bueno que quienes forman estas comunidades, en algunos casos, tan vivas y comprometidas, disciernan con sensibilidad el riesgo de endogamia y vean cómo expresan su pertenencia a la Iglesia, señal de su vitalidad y motivo de esperanza. “Estemos atentos a la tentación del “círculo cerrado” (Francisco).

La oración comunitaria no debe sustituir a la oración personal. Rezar juntos es más que hablar en voz alta delante de los demás de aquello que más nos preocupa. La oración comunitaria debería ir precedida de un tiempo de silencio y de escucha interior, de purificación de los sentidos. Tiempo que ayude a calmar los impactos más recios y agudos del vivir diario. No porque debamos huir de ellos, sino para que, aunque conscientes, no seamos sus víctimas.

Si se vive la sacramentalidad de la oración comunitaria, el Señor presente en medio de sus amigos, se afianza el motivo de acudir siempre a celebrarla. Los discípulos eran fieles en la solidaridad, la fracción del pan y las oraciones (Act 2, 42). “¿Quién nos quita estar con Él después de resucitado, pues tan cerca le tenemos en el Sacramento adonde ya está glorificado? Compañero nuestro en el Santísimo Sacramento…”  (SANTA TERESA DE JESÚS, Vida 22, 6).

PROPUESTA

Es bueno pertenecer a una comunidad orante.

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