Año de oración

TEXTO BÍBLICO

Ano preparacion JubileoCorporeidadNuestro Dios está en el cielo, lo que quiere lo hace. Sus ídolos, en cambio, son plata y oro, hechura de manos humanas: tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; tienen nariz, y no huelen; tienen manos, y no tocan; tienen pies, y no andan; no tiene voz su garganta” (Sal 113B, 12-15).

COMENTARIO: LA CORPOREIDAD

La diferencia esencial, que señala la Biblia, entre Dios y los ídolos, consiste en que Dios es un ser vivo, mientras que los ídolos son inertes, y lo expresa aludiendo a los cinco sentidos. Algunos judíos practicantes, cuando oran mueven todo su cuerpo, para dar a entender que lo hacen con todos sus miembros y su ser.

Orar con el cuerpo, al hacerlo históricamente, se graba en la memoria la relación teologal. San Agustín describe su conversión, aludiendo a los cinco sentidos: Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré, y ahora te anhelo. Gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti. Me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti.” (Confesiones X, 27, 38)

Laurence Freeman, en su libro: “Luz en el interior, meditaciones como pura oración”, explica el modo de meditar con pautas concretas, como sentarse con la espalda recta, guardar silencio, quietud física y mental, entornar los ojos, permanecer inmóvil durante media hora por la mañana y media hora por la noche, y repitiendo un mantra, que puede ser “Ven, Señor Jesús”. El mantra no es algo sobre lo que se piensa, sino que se pronuncia.

PROPUESTA

Cuida tu corporeidad a la hora de rezar.

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