Solemnidad de Cristo Rey del universo
TEXTO BÍBLICO
“Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?». Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí». Pilato le dijo: «Entonces, ¿tú eres rey?». Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».” (Jn 18, 35-37)
COMENTARIO
La palabra “rey” nos traiciona, al interpretarla desde las monarquías de este mundo. El profeta Zacarías había predicho: “¡Salta de gozo, Sión; alégrate, Jerusalén! Mira que viene tu rey, justo y triunfador, pobre y montado en un borrico, en un pollino de asna” (Zac 9, 9). El evangelio corrobora: “«¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel». Encontrando Jesús un pollino montó sobre él, como está escrito” (Jn 12, 13-14). San Andrés de Creta comenta: “Digamos también nosotros a Cristo: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, el rey de Israel! Tendamos ante él, a guisa de palmas, nuestra alabanza por la victoria suprema de la cruz. Glorifica por su misericordia al que en ti viene a nosotros. ¿Y a qué gloria del Señor se refiere? Ciertamente a la cruz, en la que fue glorificado Cristo, resplandor de la gloria del Padre”.
Es día de rendir homenaje a Jesucristo: “Gloria y honor a ti, Señor Jesús”. San Pablo nos ofrece el himno que la Iglesia reza todos los sábados en vísperas: “Cristo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre” (Flp 2, 8-11).
PROPUESTA
Reconoce a Jesucristo Señor del universo