TEXTO EVANGÉLICO
Mientras iban de camino, le dijo uno: «Te seguiré adondequiera que vayas». Jesús le respondió: «Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». A otro le dijo: «Sígueme». Él respondió: «Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre». Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios» (Lc 9, 57-60).
COMENTARIO
Resulta extraña la exigencia de Jesús al impedir al discípulo que fuera a enterrar a su padre, cuando es un deber de piedad. No parece compatible con la enseñanza del Evangelio la aparente insensibilidad del Maestro. Y, sin embargo, algún sentido debe de tener la propuesta de ir a anunciar el Reino de Dios antes que cumplir con un deber piadoso con los propios. El sentido de la exigencia hay que comprenderlo desde el contexto de la revelación evangélica. A partir de la Encarnación se han establecido unas nuevas relaciones que superan a las biológicas. La carne y la sangre ya no son el vínculo mayor, sino la fe.
LA FAMILIA
PROPUESTA
¿Cuál es la razón de tus relaciones, la afectividad o la fe?