LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Canta el salmista: “Bendice, alma mía, al Señor: Dios mío, ¡qué grande eres! Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría; la tierra está llena de tus criaturas” (Sal 104, 1-2.24).
SANTA TERESA
“Ya habréis oído sus maravillas en cómo se cría la seda, que sólo Él pudo hacer semejante invención. Para un rato de meditación basta esto, hermanas, aunque no os diga más, que en ello podéis considerar las maravillas y sabiduría de nuestro Dios. Pues ¿qué será si supiésemos la propiedad de todas las cosas? De gran provecho es ocuparnos en pensar estas grandezas y regalarnos en ser esposas de Rey tan sabio y poderoso.
CONSIDERACIÓN
Por el don de Ciencia se percibe y se observa la presencia del Señor en todas sus criaturas. Por este don el Espíritu Santo nos revela la semilla de bondad y de belleza que reside en todo lo que existe y nos permite conocer a Dios en todo y a descubrir su pensamiento sobre nosotros, pues “nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1Co 2, 11). El creyente tiene el don de ver todo desde la perspectiva divina, y todo le sabe a Dios. Sabe acompañarse de su presencia, que lo penetra todo, y llegar a ser capaz de convertir en icono sagrado la materia más humilde.
ORACIÓN
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor. Todo ser que alienta alabe al Señor.
PROPUESTA
¿Sabes ver en todas las cosas la mano de Dios, su Providencia?