Tenían un solo corazón, la fraternidad cristiana

La fraternidad humana, en general, y la fraternidad cristiana en particular puede parecer una utopía irrealizable teniendo en cuenta las tendencias de nuestro mundo globalizado, donde predomina la “cultura del descarte”, como advierte el papa Francisco, o la aporofobia, el odio al pobre, o las formas belicosas de relacionarse los hombres y mujeres y las sociedades.

La fraternidad, sin embargo, es posible; el encuentro con el otro no solo es posible, sino necesario para la pervivencia del ser humano; y la “forma suprema del encuentro”, según propone P. Laín Entralgo, es la relación con el Otro, con la Trascendencia. En la Iglesia la fraternidad adquiere una fuerza extraordinaria. Así lo entendió de manera admirable la comunidad primitiva de Jerusalén: tenían un solo corazón y una sola alma, no había indigentes entre ellos, pues todo lo tenían en común.

En este libro se ofrecen las herramientas indispensables para conseguir la fraternidad cristiana y, por ende, humana. Esta es una forma de hacer camino, pero no en solitario, sino de la mano del hermano con la mirada puesta en el Otro.

Tenían un solo corazón, la fraternidad cristiana
Fecha de Publicación

1 de abril de 2019

Autor

Antonio Gil de Zúñiga, Libros

Número de Páginas

224 pp.