TEXTO BÍBLICO
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1, 28) «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! (Lc 1, 42)
COMENTARIO
En la oración del rosario repetimos el saludo del ángel a María y la exclamación de Isabel ante la visita de su pariente, convirtiendo a María en la mujer bendita de generación en generación. Ella misma lo reconoce en su cántico: “Desde ahora me felicitarán todas las generaciones” (Lc 1, 48). Desde muy temprano, los fieles invocaron a la madre de Jesús como Madre de Dios: “Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desoigas las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!” (Siglo III).
Es posible que la recitación del “Ave María” se haga de manera un tanto inconsciente, lo que puede explicar el recelo que algunos sienten ante la oración del rosario. Sin embargo, el papa Francisco invitó a los miembros del Sínodo a rezar juntos el rosario a la Virgen por la paz: “Convierte los corazones de quienes alimentan el odio, silencia el ruido de las armas que provocan la muerte, apaga la violencia que habita en el interior del hombre e inspira proyectos de paz en las decisiones de quienes gobiernan las naciones”.
PROPUESTA
Reza el “Ave María” cada mañana y cada noche