Año de oración
“Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; cantadle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones.” (Sal 32, 1-3)
COMENTARIO: CANTAR Y TOCAR
La oración con los salmos tiene expresiones diferentes de alabanza, de súplica, expresión creyente en tiempo de crisis o de confianza. “Los salmos son poemas para ser cantados y acompañados musicalmente en la liturgia, son oraciones corales para ser interpretadas al son de melodías” (G. Francos Ravasi).
San Agustín nos enseña: “Canta como suelen cantar los viandantes; canta, pero camina; alivia con el canto tu trabajo, no ames la pereza: canta y camina. ¿Qué significa «camina»? Avanza, avanza en el bien. Según el Apóstol, hay algunos que van a peor. Tú, si avanzas, caminas; pero avanza en el bien, en la recta fe, en las buenas obras: canta y camina. No te salgas del camino, no te vuelvas atrás, no te quedes parado.” Y a él se atribuye la expresión: “Quien canta, ora dos veces”.
En España existen danzas sagradas, como la de los seises de Sevilla, o las danzas ante el Santísimo Sacramento de Valverde de los Arroyos (Guadalajara). Las iglesias jóvenes de África expresan su liturgia con colorido y ritmo. Los monjes mantienen el canto en la Liturgia de las Horas. Surgen grupos y asociaciones que se manifiestan con canciones religiosas. Somos testigo de los conciertos que daba Narciso Yepes en Buenafuente como alabanza a Dios.
PROPUESTA
Únete al canto que elevan las criaturas a su Creador.